Los Carmelitas descalzos somos comunidades fraternas, orantes y apostólicas, que queremos vivir el don del Espíritu Santo (carisma) de Santa Teresa y san Juan de la Cruz, unidos al viejo tronco del Carmelo, los “Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo”. Teniendo a María como Madre y Patrona, ejemplo vivo de vida interior y unión con el misterio de Cristo.
Nuestra familia religiosa es un caudal de santidad al servicio de la Orden y de la Iglesia, en los grandes maestros: Santa Teresa de Lisieux, San Rafael Kalinowsky, Santa Teresa de los Andes, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), los Beatos Francisco Palau, Isabel de la Trinidad y tantos otros. Tres de ellos, los Santos Padres Teresa de Jesús y Juan de la Cruz y Santa Teresa de Lisieux han sido reconocidos, además, como Doctores de la Iglesia Universal.
Los Carmelitas descalzos, prestamos a la Iglesia no solo el servicio de la oración y la vida común sino también el apostolado de la espiritualidad y cualquier otro que pueda pedirnos la Iglesia y para el que estemos capacitados. Atentos siempre a lo que la Iglesia nos pida de acuerdo a nuestro carisma, y a las necesidades que pueda tener la misma Iglesia y de las que ella misma no sea consciente, convencidos de que los cristianos actuales y futuros no serán tales sin una fuerte experiencia personal del Dios vivo, a través de la oración y de una auténtica fraternidad.