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El día 15 de octubre celebra la Iglesia la Festividad de Santa Teresa de Jesús. Teresa de Jesús siente una gran pasión por la Iglesia. Sus palabras antes de morir fueron «¡al fin muero hija de la Iglesia!».

El Papa San Pablo VI tenía una devoción especial a Santa Teresa, por su amor a la Iglesia, y dice el Papa que la amó en unos momentos de crisis y de ruptura de su unidad. Por su sentido de la Iglesia, todo lo que hizo, sus escritos, su obra fundacional, lo hizo en la Iglesia y para la Iglesia. Para ella la Iglesia es la comunidad de salvación, que intenta llevar a los hombres al conocimiento de Dios y a la participación de la vida del único que es santo, que es el mismo Dios.

La pasión y el amor que Teresa tiene por la Iglesia nace de la experiencia de una Iglesia, a la que siente como su familia, rota y desunida, y se manifiesta en una actitud de servicio a la misma a través de lo que, estando de su parte, puede hacer para devolver la unidad a la Iglesia, a esa Iglesia, que no da muchas oportunidades a las mujeres ni en el campo de la reflexión, ni en el del apostolado, pero a la que ella sirve a través de la oración y de seguir el llamamiento que su Dios la había hecho a religión, «guardando mi Regla con la mayor perfección que pudiese». Esto se tradujo en la renovación de la vida religiosa, dio a luz una nueva familia, la de las monjas y frailes carmelitas descalzos, para que sirvan a lo largo del tiempo a la Iglesia y a la humanidad con la oración y el trabajo apostólico.

Ángel F. Mellado