Los que venís a la iglesia habréis podido observar que, además de las medidas sanitarias para entrar en el templo debido a la pandemia que seguimos padeciendo, nos hemos visto obligados a precintar toda la nave central, debido al desprendimiento de cascotes de una de las vigas de la cubierta de la iglesia. Gracias a Dios que el derrumbe se produjo en un momento en el que estaba cerrada la iglesia.
Ahora, los técnicos instalarán una grúa para analizar si la grieta que produjo el derrumbe es algo aislado o, por el contrario, afecta a la totalidad de la cubierta. Os tendremos puntualmente informados.
Pedimos disculpas por los inconvenientes que acarrean estas circunstancias.