El verano ya está muy avanzado, atrás quedan tantas actividades: las comuniones, el campamento, el mes de julio ofrecido a la Virgen del Carmen, la fiesta de Santo Domingo. Tenemos grandes intercesores para ir abriendo caminos para comenzar de nuevo, orar ante ellos para repensar, discernir y dejarnos obrar en nosotros ese Espíritu capaz de hacer las cosas nuevas, de reilusionarnos. En nombre de ellos os pido apoyo, creatividad, disponibilidad para los encuentros, oración, reflexión y mejora de nuestros servicios como cristianos.
Concretando, ¿puedo contar contigo para este nuevo curso? Necesito que me ayudes a sembrar semillas, a cuidarnos unos de otros, a crecer juntos, compartiendo las cosas de cada día, con sencillez, alegría, espíritu fraterno, consciente que no hay personas perfectas ni curas perfectos, que confiamos plenamente en la misericordia de Dios. ¿Con quién puedo contar para que nos eche una mano creativa e ilusionante? Tenemos delante el mes de septiembre, pásate por la parroquia o mándame por escrito: los que quieren seguir en la catequesis o los que se puedan incorporar. En la Liturgia cómo podemos mejorar lo que ya tenemos, qué sugieres. En la familia, en la caridad, en todos los grupos que componen esta familia de Santo Domingo. Insisto en que tenemos lo más importante: Te recuerdo las palabras que dije con motivo de la fiesta de Santo Domingo, una de sus frases más célebres, y que son un buen estímulo para servir al Señor de la viña: «Anunciaremos el Evangelio de la vida. Continuaremos dando razón de nuestra esperanza a cada una de las personas que el Señor colocará en nuestros caminos». Gracias. Cuento contigo.
Ángel F. Mellado