En este momento estás viendo ALGO NUEVO ESTÁ BROTANDO, ¿NO LO NOTÁIS? (IS 43, 18)

El Administrador diocesano Don Antonio Manuel, nos ofrece una breve reflexión para comenzar el Adviento, a partir del texto del profeta, es una invitación a descubrir que, cuando Dios hace morada en cada uno de nosotros y nuestra realidad eclesial más cercana, hay cosas nuevas que empiezan a brotar. Debemos estar despiertos para que la novedad que viene de Dios pueda crecer y madurar en cada uno de nosotros.

En este tiempo de Adviento que acabamos de inaugurar nos abre al horizonte del próximo Jubileo. Por ello, en la venida del Hijo de Dios, podremos sumergirnos en la verdad de nuestro corazón y descubrir las múltiples gracias que Dios nos quiere regalar para bien de la Iglesia y de toda la humanidad. Necesitamos seguir labrando un buen discernimiento personal y comunitario; así como cultivar, en nuestra vida y en el corazón de estas cuatro islas, la virtud teologal de la esperanza que nos permita mirar la realidad de una manera nueva. Dios quiere habitar entre nosotros. Por ello, en este próximo Adviento, me gustaría invitarte a mirar tu corazón, a contemplar nuestras fortalezas y debilidades diocesanas y descubrir las oportunidades de tu realidad eclesial más cercana; precisamente ahí nos jugamos el Adviento.

En esos signos de los tiempos que a veces parecen desmoronar nuestros planes de pastoral debemos sembrar, con esperanza activa, la cercanía y el amor de Dios. Somos misión de Dios y necesitamos que sobreabunde la esperanza (cf. Rm 15,13) para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que se nos ha regalado. Al igual que María, que repetía su “sí” en lo cotidiano de su vida, nuestro testimonio creyente se convertirá en este mundo en levadura de genuina esperanza que hace nuevas todas las cosas.