Estamos en el Año Santo o Año Jubilar, un tiempo de gracia. El mismo Jesús nos dice que Él viene a anunciar un año de gracia del Señor (Lc, 4,16). Es una oportunidad para recomponer en nuestra vida lo que nos aparta de Él y de los demás, para revitalizar nuestra vida cristiana como vocación a la eternidad y a la santidad, un momento de gracia para dejarse encontrar por Dios, un camino para llegar a la meta que es Cristo, guiado por el apóstol Santiago. Nuestra condición de peregrinos nos hace caer en la cuenta que en esta vida estamos de paso y nos encaminamos hacia el encuentro con Dios, siguiendo las huellas de Cristo que es «camino, verdad y vida».
Para ese encuentro con Dios necesitamos «Atravesar la puerta de los peregrinos» significa pasar del pecado a la gracia para entrar en la vida de Dios. Y el acceso es Jesús, el paso que nos conduce a la salvación, la Palabra que nos guía en el camino de la vida, la mano que Dios tiende a los pecadores, el camino que nos conduce a la paz. El gesto simbólico de atravesar la puerta del Templo significa que Cristo Jesús es el Señor, fortaleciendo la fe en Él para vivir la vida nueva que nos ha dado.
La Iglesia parroquial de San Fernando es el Templo Jubilar donde se podrá ganar el jubileo, con las siguientes condiciones: Recibiendo el Sacramento de la Confesión, recibiendo la Comunión, y la Oración por las intenciones del Romano Pontífice.
Te invito a ganar el jubileo peregrinando a Santiago del Teide. No faltes, será un momento de gracia.
Ángel F. Mellado