Es cierto aquello del profeta Isaías que “los caminos del Señor no son nuestros caminos”. Y Dios ha querido que el P. Javier decidiera ir a cuidar a sus padres enfermos. También el Señor ha querido que tomase su relevo, continuando la labor que durante doce años ha venido desarrollando en esta Parroquia.
Hace dos años vine a vosotros con el encargo de apoyar al equipo parroquial. Y ahora se me ha confiado este ministerio de servir a la Parroquia. Ante estos cambios tan importantes resuenan en mí aquellas palabras de San Pablo: “Sé de quien me he fiado”. Cuento siempre con la inestimable gracia de Dios, el apoyo de mis hermanos de la comunidad y vuestro apoyo. Sin estos pilares no podríamos llevar a cabo la misión que el Señor ha puesto en nuestras manos, la de anunciar el Reino de Dios,
llevando la buena noticia del Evangelio a todos. Sólo desde aquí podremos construir una familia.
Necesitamos estar unidos a la vid que es el Señor para que demos frutos verdaderos, de lo contrario nos secaríamos porque como Él nos dice: “Sin mí no podéis hacer nada”. Con estos instrumentos que el Señor ha puesto en nuestras manos podemos echar a andar con toda confianza, de la mano de Santa Teresa: siempre es tiempo de caminar, «ahora comenzamos y procuren ir comenzando siempre de bien en mejor». Que nuestra Madre la Virgen del Carmen conduzca nuestra barquilla a buen puerto, al encuentro de Jesús, en quien ponemos toda nuestra confianza.
Ángel F. Mellado